lunes, 27 de abril de 2009

Concluimos!

El era un hombre elegante, sentimental y al mismo tiempo sutil, así lo recordó ella. El amor había muerto, pero lo defendió ciegamente aferrándose a cualquier esperanza, por absurda que pareciese.
Un par de sesiones profesionales volvió melodramática su subjetividad quebrada, se preguntó como podría amarlo con tanta desazón, cerró los ojos como el terapeuta le dijo y se autoconvenció que era un hombre cobarde.
Ingirió un par de mentoles y fue hasta la casa frente al mar. Al llegar la puerta había sido forzada, todo estaba revuelto y roto, siguió hasta el cuarto, el cuerpo de él yacía sobre la cama empapado de orines y sangre, sostenía un cuchillo de cocina afilado con su mano derecha. Ella lo miro y pensó;
"Guardaré un lugar en mi corazón, amor; con sólo un buen gesto pudiste haber tocado mi cuerpo y amarlo de verdad. Ahora estás solo como un perro desnudo y despellejado por tonto y miedoso".
Una ráfaga helada entro por la ventana, tomo una campera y partió con una sonrisa picaresca. En su interior siempre supo lo que desencadenaba su irresistible ser!.

lunes, 20 de abril de 2009

En este día y cada día!

Le agarró la mano y le guiñó el ojo, "vienen cosas maravillosas para ti", le dijo mientras se despedía. El tiempo corrió sin dormir y el ángel nunca llegó. La cara sobre la almohada posó por días, el estado de ánimo se enfrió como el café de las mañanas.
Luego que escuchó por quince minutos el tic - tac, quedó hipnótico al sentir la frialdad del plomo. Cuando despertó sintió la suavidad esponjosa de la piel que ella siempre poseyó, la abrazo con fuerza y oyó un susurro, "te esperaba, luces hermoso"!.

sábado, 18 de abril de 2009

Por un loco verano!

Volvió a la ciudad donde se enamoró tiempo atrás, en una habitación confluyó el sueño de seguir viviendo la realidad. Pensó, que tal vez, azarosamente la encontraría por las calles húmedas y recalcitrantes.
Los primeros días que frecuentó las calles, lo hizo con los ojos clavados en los entes superfluos que transitaban sin cesar, observarlos le daba esperanza mientras encendió una tras otra colilla de cigarrillo. Pero, las horas avanzaron y ese anhelo se convirtió en desconcierto y en pitadas muchas más extensas. El andar ya fue pausado con la cabeza gacha y la miranda clavada en los mosaicos colorados que cubrían las delgadas veredas.
No pudo fingir más el deseo y se dirigió hacia el balcón que solía posarse ella. A pocos metros se dijo:
- Siempre la misma historia!.
- No te detengas, y no mires - caviló.
No hizo caso a su propio pensar y de reojo contemplo el palco; dos personas agarrados de las manos platicaban y sonreían absortos. Con el asombro a cuesta especulo si era ella la que se situaba en el mirador, con esa duda avanzó por las baldosas descoloridas luego de pisar la última colilla que le quedó en el atado.
Una vez más lo nervios lo traicionaros y acepto la posibilidad de que ella estuviese acompañada por otra piel, por otra emoción, en ese mismo balcón.
Se sentó en la esquina del parque en silencio a la vez que sujetó la navaja del ejército Suizo que una vez ella le regaló, sintiendo el desembarazamiento de una pesada carga de errores cometidos. Su conciencia de lo real quedó echa trizas en el banco de madera. Con la mirada en lo alto, concibiendo lo cerca que se encontraba del cielo!.

sábado, 11 de abril de 2009

Sin aberturas!

Dentro del bar sentí una gran confusión, la ansiedad de querer saber que ocurrió con ella turbaron mis pensamientos, absorto como en una sepulcral y silenciosa celda húmeda, percibí en la nuca el asecho constante de las aves carroñeras nocturnas.
Otra vez!, una fuerte punzada en mi pierna, sucede siempre cuando la humedad aumenta y cuando ella me desorienta. Medito y balbuceo solo.
- Tengo interés puntual en hablar con usted!. - pienso.
- No respondas, por favor!. - me contesto.
Encendí un cigarrillo para disipar el hedor de encierro en el piringundin etílico donde me encontraba, la falta de ventilación comenzaba a marearme. Entonces recordé esa
extraña forma en la que me mira de extremo a extremo.
Una silueta se aproxima y el dolor en mi pierna aumenta, ya no por la humedad, si no que mi miembro presiona fuertemente el muslo derecho. El roce bajo mi brazo izquierdo que suscito la figura al pasar, evidenció una situación inspiradora de recorrer todo su cuerpo terso y exquisito mientras me masturbo como loco, viéndola. Un ruido seco provoca que vuelve en si sobresaltado, la colilla ya consumida, la cerveza caliente y ella no estuvo y tampoco supe lo que ocurrió!.

jueves, 9 de abril de 2009

Minutos descubiertos!

El despertador sonó como todas las mañanas, al abrir los ojos al mejor estilo road movie testimonial, me di cuenta que yacía en el piso rígido de la borrachera grosera de la noche anterior. El televisor estaba encendido y pasaban una película XXX, culpable de la marginalidad y merecedor del miserable lugar donde me encontraba reflexione un instante, era raro, por lo general despertaba entre las sabanas pegoteadas y con el calzoncillo en forma de iglú sin parante.
Con los dedos temblorosos rasque la cabeza mientras una brisa entro por la ventana presionando en mi pecho un hipo etílico. Sonriendo me dije, es hora de doblar ropa de bebe!.

sábado, 4 de abril de 2009

Todo es confuso!

El reencuentro fue inevitable, todos incómodos alrededor del fuego mientras el silencio trepó como una sentencia venenosa. Claro, que el encuentro ocurrió en un lugar inesperado, sin salir a ninguna parte.
Los muebles del departamento quedaron a un lado, sobre una repisa de madera un elemento cilíndrico envuelto en papel celofán, ocupó las miradas dudosas de aquellos compadres, dejándolas fijas. El mutismo se quebró cuando uno de ellos exclamó:
- También alarga el orgasmo, lo duplica y hasta algunos sostienen que lo triplica. -
- Sí, en los hombres produce crecimiento del bello en el pecho. - agregó ella, la única mujer que se encontraba.
Luego de ese comentario el tercero en cuestión sofocado por pensamientos excitantes, se percató de algo que hizo que se encendiera una llamarada en su cabeza. Ella tuvo la sensación de sentirse observada después de lo dicho, ya que el ojo derecho de él, se encontraba mirándola de frente a la altura de la entrepierna. Cruzó el muslo izquierdo para tapar sus carnosos labios y despejar la ojeada que ellos le hacían.
El primero descorchó una botella frente a ella y sirvió las copas, el tercero se levantó dirigiéndose hacia la repisa y tomando el cilindro envuelto en papel celofán y con una gran sonrisa, dijo:
- Felices pascuas!, aquí tienes tu huevito. -
- Gracias!, por una noche inolvidable. - brindó ella.
Con una mueca en la cara, el primero encendió un cigarrillo a la vez que enderezaba su cuerpo, e invito ha ambos que subieran por la estrecha escalera caracol hacía arriba.
Una vez en la habitación el tercero acaricio los torneados hombros y beso el lóbulo derecho hasta el cuello de ella; el primero se arrodillo de frente y comenzó a recorrer el vientre hasta el ombligo pequeño que la fémina poseía. Bajo su bragueta y recordó que el alcohol lo inhibía, mordió un pedazo del conejo chocolatoso y diez minutos después la ambrosía pascual lo planchó.
A la mañana despertó y se dio cuenta que estaba en brazos del tercero envuelto de confites y sin ella!.