lunes, 10 de agosto de 2009

Gómez y su maderaje!

Recuerdo que el glam-art se repartía como bocaditos envueltos en lechuguitas frescas ofrecidas por una lánguida promotora con cabellos cobrizos, pechos planos y ancas muy chatas, que siempre parada en la góndola del supermercado, gastaba la sonrisa de tanto mostrarla a los jeropas come gratis.
El gran creador de este movimiento fue Jan Gómez, un pintor de Argüello Lourdes nacido a mediados del siglo XX en un dispensario municipal, a la vera del canal maestro, que se encontraba en asamblea permanente por un conflicto monetario con el organismo comunal. Criado en el seno de una familia de pela gatos, su nacimiento también marco la trágica muerte de su primo segundo, Raymundo, un activista exiliado en España por fomentar el slow-eat en el barrio, más tarde se enteraría que su deceso fue por un rabanito cartaginés congelado.
En la niñez comenzó sus estudios de dibujos con la revista Anteojitos, encontrada en un negocio de canje y compra de usados, que la madre le traía luego de la jornada laboral en el Mercado Norte. En su adolescencia, los batidos, los nevados y los riff pegajosos le despertaron la curiosidad y retrato constantemente a los Cianuros Verdes, banda de garaje de barrio 9 de Julio, jurisdicción colindante con el canal.
Las primeras muestras de Jan, fueron en el tugurio del tío Ambrosio, un establecimiento con reputación de prostitutas y excesos de bebidas, pero su arte empezó a ser consumido, más allá del arrabal por las vanguardias pop reciclada de centro de la ciudad, los críticos dieron la venia de alta estima.
Gómez decía: "rabiosamente a veces, se vacía el alma de sentimientos y la cabeza se llena de spray donde sumergirse ansia de cagaba de risa, alegre y satisfecho".
Su reputación declino a fines de los '90, acusado por el abusivo consumo de “Rohypnol” y los stress en vivo que realizaba en el parque Autóctono junto a un grupo de chicas fáciles, voluptuosas, cuasi plásticas denominadas las pinceleras.
Desapareció de la escena cultural cordobés sin dejar rastros, aún que algunos aseguran que deambula por Donato Álvarez con un pantalón “Grafa” color azulino y la insignia se seguridad e higiene ambiental. Hoy en día, se conservan parte de sus pinturas y a pesar de que no fue famoso, su otra faceta fiestera sí!.

1 comentario:

María Gabriela Costigliolo dijo...

como anda amigo!! tantisimo tiempo!!! le dejo un beso