sábado, 1 de agosto de 2009

Protesta!

¿Qué puede hacerse para evacuar los intestinos con mayor frecuencia? ¿Y sí, tomo laxantes, o será peligroso?, se preguntó silenciosamente el tuerto mientra mantenía la cabeza gancha mirando al suelo de la celda mugrienta y húmeda.

El “escrache” no les había resultado como lo planearon, el Negro en la huida golpeó a un efectivo policial que cumplía adicionales en un banco de La Cañada, por la confusión, el R4 en que se movilizaban inesperadamente quedó varado cruzando la avenida Colón, en medio de un transito caótico que desarrollaba la arteria céntrica a esa hora de la mañana, bajaron del rodado y corrieron hasta refugiarse en la casa de una mujer.

Durante horas debieron permanecer allí, ya que la policía realizaba rastrillaje permanente por toda la zona. Mantenía en cautiverio a una anciana que vivía sola dentro de un departamento deteriorado y antiguo. La disfunción gástrica que padecía el Tuerto no lo dejaba pensar, parecía una mañana interminables.

La señora asustada intento explicarle que no tenía nada de valor en la casa, el Negro con nerviosismo le advirtió que no querían robar nada, si no esconderse hasta que la policía dejase de buscarlos. Aliviada la mujer les ofreció un poco de agua y que le explicaran porque eran perseguidos.

El Negro, un militante pasional por los derechos humanos y desposeídos, le contó cuál había sido el problema. Relató que manifestaban por la democracia arrebatada de un país continental hermano y de como el imperialismo del norte manejaba la política de esa nación conflictiva, además también se manifestaba por la persecución, discriminación y represión que ejercían las fuerzas del orden estatal contra las minorías en la ciudad.

Expuso los conflicto del el orden social que generaba el capitalismo y el cambio social que producía, el individualismo, la lucha de clase y la necesidad de una sociedad más justa que, por medio de la concepción de Marx. La geronte escuchó silenciosamente lo que el Negro expresaba, una vez que él finalizó, ella, comentó que a un vecino de nacionalidad paraguaya y que a la vez era travesti, recibió una paliza de unos agentes del comando radioeléctrico, un golpe fuerte se escuchó en la entrada del departamento mientras hablaba ella.

Tres efectivos policiales ingresaron ordenando que se tiraran al suelo con las manos en la cabeza, arrinconaron a los militantes contra una esquina y les emprendieron a punta de pie sobre sus cabezas, sangraron por boca y nariz al mismo tiempo que eran arrastrados por el suelo. Una vez afuera los depositaron en un móvil policial hacia la alcaldía, el dolor estomacal continuó en aumento!.

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