jueves, 19 de marzo de 2009

Deseoso de pintar!

Dentro de un colorismo fuerte con un profundo trasfondo psicológico fragmentado en contrastes y desigualdades, observó en ella una vocación conmovedora. Inscribiéndose en el “fauvismo”, agonizó abandonado en un depósito, vida y muerte de un corazón desnutrido que por medio de su forma y color, extravagante con cierto tinte de desconcierto subyació en la mente documentada, sin testimonio.
Vislumbró sus ojos, aún que por momentos rayó en lo psicodélico mientras calentó la pava e hizo estragos con bocadillos contaminados. En silencio suspendió el tiempo y posó su mirada sobre el cuerpo. Allí estaba, en estado puro y virginal, con un pincel imaginario que vibró y contó emociones, creó un obra de gran dinamismo corpóreo.
La textura y la materia con que ella estaba formada era de sumo dramatismo y fuerza, la espina metálica envuelto en papel para armar cigarrillos generó un silencio lúdico entre ambos, unidos o separados no se hablaron. Mediante la adopción de técnicas para aumentar la experiencia sexual visitó al Dr. Max Man, tres semanas sin resultados incluyendo "tantra" y "kamasutra", fue una decepción absoluta.
Cambió la cabeza genial para plastinarse, una especie de embalsamamiento ruido por un alemán. Escondió las mejillas y refrendó con otra apuesta de palabras. 150 pesos mensuales pagó por una chica underground, gimoteando y sollozando por sus erecciones fuertes y agradables cayó al suelo.
Espectadores indiferentes rieron con estímulos físicos y emocionales. Sin embargo al rozar las pieles con ritmo y vigor su pene creció, volvió a verla a ella y le dijo:
-¿Un panchito?-
-Bueno, pero con mucho aderezo.-
- Siempre tan americana.- Con una mueca en la cara y una carpa entre pierna!.

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