Autor de mentiras!

Biológicamente no estuvo preparado para adaptarse rápidamente a tantos cambios bruscos, alterando su equilibrio mental, emocional y físico en forma constante y permanente. El miedo estreso que se sumó al ritmo acelerado que era percibido peligrosamente por él, al mismo tiempo que consumía pitadas cortas de tabaco, acabándolo hasta el filtro que sostenía entre sus dedo índice y mayor.
"Mucha cerveza y whisky", aseguraron los especialistas después de haber encontrado el cuerpo apuñalado en la estación de ómnibus, combino la pasión con el engaño violentamente de esa mujer extrovertida casi rispida quién le quitó la lealtad y el corazón. El trastorno depresivo no fue un estado pasajero de tristeza. Sólo a segunda vista provocó una reacción sentimental de fascinación y repugnancia al mismo tiempo.
El ahogamiento de desamor rodeo el brillo de sus ojos, prefirió el resplandor filoso del puñal e inexplicablemente hundirlo en el torso de él. Con un agujero en el pecho y el corazón perforado, gritó desesperadamente, "los deseos superan a la razón, todo sueño es posible". Esas palabras enfermas que calló en su labio sugirieron refugiarse en los afectos, apelar a la creatividad y resguardar cuerpo y alma.
Zumbó en sus oídos la melodía que acarrean los pájaros nocturnos, un podrido olor a rancio, no por el alcohol, presumió la llegada de la tempestad, no disimulo el fastidio y riéndose se pregunto "esto nos dará el destino"; osado contempló la vasta y revoltosa estación mientras miraba la respingada y colorada nariz mojada que triste y desorientadamente padecía ella.
Él supo que iba a ocurrir, los días se acabaron, la oscuridad golpeó más fuerte, las nubes estuvieron más cerca, pensó; "lo podría haber evitado si tan sólo no hubiese sido tan cobarde al acostarme con ella, que bella transformación inesperada produjo, debí regalarle más láminas de la vieja Paris". Exhaló el último aliento justo cuando el balsero apuraba la transacción que lo depositara en aquel horizonte donde el paisaje se burla de la vida ajena!.