lunes, 16 de febrero de 2009

Letras humeantes!

Como escritores publicaron algunos relatos y colaboraron en infinidades de medios, fueron coautores de una movida estilística única y emblemática para una época sin tiempo de ilustración infinita, "el club de lo ultraincompletos". Resultaron incorruptibles ante la crítica pasionaria que recetaban los doctos de entonces, ya que por un puñado de atados contrabandeados, lograban negociar el puño inquisidor de las letras más exquisitas y excéntricas.
Bastante caro, pensaron algunos de sus miembros, sólo para mostrar sencillamente hojas en soledad con mera interpretaciones literarias, las voces altamente expresivas y personales paseaban los últimos sonetos por mesas con manteles verdes apoyados contra paredes de bares, éticamente reprobable, que ofrecían infusiones descafeinadas con edulcorantes tristemente rebajados y pastelitos artesanales.
En estos mismos lugares y organizado por la secretaría de cultura disertaban, presentaban libros y daban clases magistrales; por supuesto que también se dictaban talleres tanto para niños como para adultos a través del método holístico de enseñanza y técnica básica.
El marco especial de la prosa "ultraincompleta", era por la adoración de diversos algarrobos, aguaribays, ficus, gomeros, hortensias, bananeros y otras especies vegetales autóctonas. Pero el tinte naturalista real, fue por la vibración y el ritmo reggae que desmechaba fantasías y palabras inconclusas.
Luego de un breve e intenso quiebre en las letras modernas, el club comenzó a perder miembros, sin embargo aparecieron las filiales con un nuevo estilo; anunciando aún más, líneas inconclusas!.

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