sábado, 11 de abril de 2009

Sin aberturas!

Dentro del bar sentí una gran confusión, la ansiedad de querer saber que ocurrió con ella turbaron mis pensamientos, absorto como en una sepulcral y silenciosa celda húmeda, percibí en la nuca el asecho constante de las aves carroñeras nocturnas.
Otra vez!, una fuerte punzada en mi pierna, sucede siempre cuando la humedad aumenta y cuando ella me desorienta. Medito y balbuceo solo.
- Tengo interés puntual en hablar con usted!. - pienso.
- No respondas, por favor!. - me contesto.
Encendí un cigarrillo para disipar el hedor de encierro en el piringundin etílico donde me encontraba, la falta de ventilación comenzaba a marearme. Entonces recordé esa
extraña forma en la que me mira de extremo a extremo.
Una silueta se aproxima y el dolor en mi pierna aumenta, ya no por la humedad, si no que mi miembro presiona fuertemente el muslo derecho. El roce bajo mi brazo izquierdo que suscito la figura al pasar, evidenció una situación inspiradora de recorrer todo su cuerpo terso y exquisito mientras me masturbo como loco, viéndola. Un ruido seco provoca que vuelve en si sobresaltado, la colilla ya consumida, la cerveza caliente y ella no estuvo y tampoco supe lo que ocurrió!.