martes, 2 de diciembre de 2008

Falso testimonio!

La sonrisa se ocultó días enteros y noches enteras. Se mezclo sin maquillaje mientras exhaló suavemente el tabaco negro, arrastrado por los pasos solitarios, la vida de todos los días recreó una escena macabra.
La lluvia fue constante, harta de ser lazada contra las paredes, sin añorar aquel tacto impertinente que le produjo incertidumbres oscuras, inhaló flores. El cuerpo se halló sobre objetos compartidos, los pequeños pedacitos de carne zambullidos en el hedor de la sangre impregnó el cuarto, las manos y la memoria.
Cada recorte llevó su propio final, ordenó la historia, desprovista de toda vestimenta, presento el espectáculo, mando el avisito de confrontación y armo el material. La obra quedó expuesta y al final de las cosas, ella desando al tiempo con felicidad, por lo contrario, él se desvaneció de toda polaroid!.

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