sábado, 8 de mayo de 2010

Año nuevo

Faltaban quince minutos para la medianoche y cruzaron el peaje sin que nadie se percatara que una familia de Carcarañas había desaparecido en el kilómetro 32, a la altura de la cementera "Corcemar" en Malageño, por la autopista Justiniano Pose.
En la entrada de Villa Carlos Paz, la policía caminera junto autoridades municipales y el intendente, ordenaban el tránsito desviando a los conductores hacia la banquina, esperando que el primer turista cruzara las cero horas del treintiuno.
Un Ford Focus gris aterrizaba en medio de una marea humana a caballo con cincha y facón, promotoras enfundadas en calzas bien apretadas que remarcaban la fruta tan exquisita como los alfajores serranos que entregaban, copas de plástico con espumantes de primera línea para la ocasión, y el notero del canal local capturando la postal de inicio en la temporada estival.
La frenada lijó las cubiertas contra el asfalto dejándola sin dibujo, bajaron del auto dos jóvenes con las manos arriba nerviosos y arrepentidos, uno de ellos tiró ansioso la ganzúa taiwanesa que había comprado en la “Galería Norte”. Tres agentes se acercaron sorprendidos y observaron dentro del rodado, boquiabierto detectaron que en el interior llevaban una pistola 9 milímetros Sig Sauer, 4 mil pesos, una buena cantidad de C4 y una familia secuestrada.

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