sábado, 22 de mayo de 2010

El pingo de la cuarta

Los tres apostadores se reunían diariamente a ver la transmisión de la carrera en la sede del Jokey Club. Las puertas se abrían y los carreristas tiraban un par de monedas a los equinos proyectados en el LCD.
El gran escándalo se forjaba en el paso final del corcel favorito, avanzando arrolladoramente hacía la meta, marcando una diferencia de varios cuerpos de ventaja al resto de los caballos.
-Se terminó, esto esta definido; por dos cabezas "Herradura" Montoya, gana. –anunció los parlantes del televisor. Sin perder tiempo, los tres corrieron desesperadamente a la ventanilla de pago en el Jokey Club.
En la cuarta carrera, "Tránsfugas", era el predilecto. –¡Todo al cabeza, papá!. –jugaron sin dudar los tres.
Dos personas más, entraros disfrazados de gauchos y se dirigieron a la taquilla, preguntaron: ¿quién va?; le respondieron el "Tránfugas", muy bien contestaron y voltearon la mesa de entrada desenfundando un itaca M93 negra. El estallido sonó en todo el recinto y el boletero salió impulsado para atrás con un tiro en el medio del pecho, volándole la visera verde por los aires e impactando contra una estatua hípica de bronce.
La imagen televisada de la pista se multiplicó por la pantalla, mientras que la cabina de pago se vaciaba, rematándola en el tramo final.

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